miércoles, 20 de junio de 2012

Todos morimos santos.


Que todos nacemos santos es algo en lo que creo firmemente, basicamente por que no nos ha dado tiempo de liarla aún, pero lo de morir santos...no lo veo...no lo veo...

Es curioso el famoso refrán de mala hierba nunca muere, parece que solo los buenos mueren y los malos duran y perduran en el mundo, pero quizás sea porque nosotros mismos los convertimos en santos al morir, las maldades del difunto en cuestión desaparecen como por arte de magia y el mundo entero tergiversa todo lo malo y lo convierte en bueno. Parece que nos da miedo hablar mal de una persona que ha fallecido, no vaya a ser que nos oiga desde el mas allá y vuelva para torturarnos eternamente (lo que demostraria y corroboraría todo lo malo que hubiesemos dicho de esa persona).

Es como si en el funeral de Hitler dijesemos: Pobre hombre, estaba lleno de energía, quería comerse el mundo!!

Por dios señores seriedad!! No otorguemos ni quitemos meritos al difunto por tradición, pero...si de verdad hay cosas buenas que decir...no es mejor decirselas cuando pueda escucharlas? 
Quizás lo agradezca mas.

Tal vez el problema no sea que solo vemos cosas buenas cuando alguien muere, sino que nosotros somos incapaces de decirnos todo lo bueno a la cara y en persona, siempre es mas fácil criticar y juzgar que alabar y felicitar. Es mas entretenido para la mayoria de la humanidad.

Por eso...si sirve de algo (amigos, familiares y personas cercanas a mi), decidme lo bueno ahora que estoy viva...y que Dios me libre del día de las alabanzas...

:)


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